Les Moustaches, una cocina de trazabilidad y elegancia francesa

El escaparate perfecto de elegancia e historia, ya que se encuentra en una mansión porfiriana con todos los distintivos que nos hacen recordar la época; candiles de cristal cortado, cornisas, así como los decorados que pintan el lugar de historia y que su mantenimiento nos hace estar presentes en la época.

Su gastronomía es una danza de platos que se abren coreografiado a la par de tu apetito feroz, una romántica sinfonía de vista; ya que sus platillos desfilan por el elegante salón, su olfato al perfumar la estancia, al pasar a sus respectivos destinos.  Y mucho sabor de una cocina reconocida no por uno sino por varios organismos como el Five Star Diamond Award que lo otorga The American Academy of Hospitality Sciences, premios internacional del gremio gastronómico a nivel mundial en la excelencia a: comida, servicio, calidad, actitud y hospitalidad, logrando Les Moustaches ser galardonado en 15 ocasiones con esta distinción.

Lo cual les pedimos, queridos culpables, empezar con platillos ganadores para arrancar motores; la sopa de cebolla es un must; muchos por ser cebolla demeritan el arte de la ejecución, pero si andan en  una cita romántica  El Bisque de salmón también no canta mal las francesas; con una presentación soberbia atajada de hojaldre crocante, nos cuenta la historia de la calidad de sus ingredientes y la delicadeza de su cocina.

Juguetón para el foodie y con mucho sabor para el glotón, sin dejar de lado el maridaje, todo a cargo de una sola etiqueta que nos sorprendió por su frutalidad brillo, haciendo el papel de un excelente compañero de nuestra primera elección; LONGCHAMPS MÉDITERRANÉE ROSE. sin embargo,Les Moustaches, cuenta con una amplia carta de vinos, desde mexicanos, franceses, españoles, chilenos, hasta argentinos, así como una amplia variedad de champagnes, con un Sommelier muy atento dispuesto a contestar todas las preguntas.

Seguimos con un filete de pescado a la provenzal una técnica muy aromática que  incorpora al alimento una mezcla de pan rallado, perejil, ajo picado, aceite de varias hierbas y especias típicas de la Provenza, de donde viene su nombre, entre las que se encuentran el tomillo, el romero, la albahaca, el orégano, el estragón y la lavanda. Lo cual nos deleitó, Les Moustaches donde cada platillo fue una búsqueda de sabores creando una cata horizontal con un LONGCHAMPS SAUVIGNON BLANC.

Algo muy particular de esta entrega fue el SORBETE de maracuyá, el cual fue el contraste perfecto para refrescar el paladar y poder recibir la siguiente pieza de arte; Un filete cocinado al punto, técnica que consiste en en preservar la jugosidad al interior a su vez logrando una superficie bronceada acompañada de una exquisita salsa roquefort, higo fresco, fresa una tipo borreca crocante, de nuevo pasando a relucir su conocimiento detallado de la repostería francesa y por si fuera poco, una pequeña sorpresa de bolita de roquefort de nuevo con una etiqueta LONGCHAMPS CABERNET SAUVIGNON ofreciendo en combinación un sabor balsámico, limpio y brillante con buena estructuración en la boca, resaltando el sabor las moras y haciendo una danza perfecta con el queso, creando así, un placentero saliveo degustativo.

Y para concluir y no perder la culpabilidad del relato; saber que el amor más sincero es amor al postre, con varias opciones nos decidimos en esta ocasión por el Crème brûlée; ¡Dios mio! que delicia ese crujir del caramelo en la parte superior y la danza cremosa de su contenido, que nos despidió con ganas de seguir navegando esta propuesta de calidad y tradición, donde las palabras bon Appetit se cumplieron con todas sus letras.

Jaime Saba

Poeta gastronómico, amante de los lujos y glotonería, el placer de lo inesperado me ha convertido en un comensal de la buena vida. Acompáñame por las bellas artes y las buenas risas por esta sobremesa interminable. Salud 🥂