Comfort food en Gran Café Victoria

Definitivamente, necesitábamos esto: un lugar donde nos sintiéramos seguros y reconfortados. Este restaurante tiene toda la intención de brindarnos esa sensación de bienestar y comodidad, de evocar épocas felices hacia un presente mejor. Y de dónde más va a surgir esta sensación de felicidad que de platillos simples y caseros, pero en este lugar, esa simplicidad la llevan a otro nivel.


Gran Café Victoria y su comfort food nacieron en plena pandemia. “Durante la pandemia, no nos soltó el cliente, ni nosotros a ellos, y al día de hoy estamos por cumplir tres años, gracias a la gente de la colonia. El ochenta por ciento de nuestro mercado es de la colonia”, reconoce el chef Martín Marín.


Y ustedes seguramente se estarán preguntando ¿Qué es la Comfort Food?

A principios de los años 2000, empezó a utilizarse este término en EE. UU., pero fue con la crisis del 2008 que este tipo de comida, que consiste, por ejemplo, en cremas de verdura, sopas caseras, lentejas, entre otras, fue una válvula de escape para los comensales. Esta comida evoca recuerdos y sensaciones del pasado cuando “todo estaba bien”, a través de los olores y la memoria, así como las fragancias.


Y el culpable de traer este concepto durante la pandemia al corazón de la colonia Sinatel fue el visionario, Chef Martín Marín Amaya, egresado del Centro de Estudios Superiores de San Ángel. Él interpretó la Comfort Food a su manera:

“El proyecto del restaurante viene empatado en la cocina que a mí me gusta hacer y la cocina que yo creí que en ese momento la sociedad necesitaba: una comida muy fácil de entender, una comida accesible, consentidora”.


Partiendo del reconocimiento de esta necesidad de cocina reconfortante, el apartado de desayunos en la carta de Gran Café Victoria está influenciado por la abuelita del chef Martín, Josefina, y su madre, Ana. Como las Gorditas Josefina, una hecha con maíz rojo y otra de maíz negro; o los Huevos Ana, estrellados sobre tortillas de maíz con pechuga de pavo y queso chihuahua. Además, están los Huevos Chicharrón, los Chilaquiles y los Molletes, que, aunque en este caso no tienen el nombre de su progenitora o de su abuela, sabemos que estos platillos también están influenciados por ellas. Cabe mencionar que muchos ingredientes de estos platillos provienen de productores en Morelos, Oaxaca y Chiapas.

“Una de las cosas que hacemos con nuestro menú es buscar momentos del día; por ejemplo, entre jueves y sábado por las noches, los clientes no quieren necesariamente cenar, sino venir y echar una cervecita y picar algo”, sugiere Martín.


En este sentido, están los Boneless, en la sección de entradas de la carta, acompañados de salsa de árbol o barbecue, y con blue cheese hecho en casa, obviamente. Porque eso sí, aquí hasta el ketchup se hace de forma artesanal.

Parte fundamental de la cocina de Gran Café Victoria es, sin duda, la Panadería. No olvidemos que este maravilloso recinto es en origen un lugar para tomar café. La concha, la oreja, o el danés, que puedes acompañar con un americano de la casa, un flat white o un chai, resulta la combinación perfecta. Pero lo verdaderamente espectacular es el roll de canela, que está elaborado con una base de masa preparada con camote, además de ser uno de los sellos de la casa.


En los Platos Fuertes, algo que cautiva y tiene todo el sentido de la comfort food es la Milanesa de cerdo; gratinada, con jitomate rostizado y acompañada de un puré de papa hecho con aceite de hierbas. Otra opción es La Victoria Burger, que es básicamente una hamburguesa artesanal, con el bollo hecho también de masa de camote, y con una exquisita mermelada casera de tocino acompañada de papas fritas.


Todo esto es la comfort food del chef Martín Marín Amaya en Gran Café Victoria: comida que sabíamos que necesitábamos desde la pandemia y que se ha ganado un lugar en la preferencia y el corazón del consumidor local.

Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar su increíble coctelería para esos jueves de drink que sugería Martin. Sin duda, su Negroni no te lo puedes perder, pero también cuentan con Mimosas, Carajillos, un Slim Shady hecho con tequila blanco, frutos rojos y sal de gusano o el de la casa, el cóctel Victoria con mezcal, jamaica y romero.


Como mención especial, el postre con malvavisco quemado, como recuerda el chef Martín que su abuelita lo hacía, es simplemente maravilloso. Gran Café Victoria acaba de inaugurar en su versión Cafetería y Panadería otra sede en Anzures. Estamos seguros de que, así como conquistó el corazón de los vecinos de la Sinatel, también conquistará los corazones de la Miguel Hidalgo con su comfort food.


Cabe mencionar que la carta cambia por temporada, así que déjate sorprender por los sabores de Gran Café Victoria.

Pedro Valenzuela

Comunicólogo, fotógrafo y realizador audiovisual. Fanático y lector de cine. Cautivo de nuevas experiencias gastronómicas e incursionando en el periodismo digital. Me encuentras en instagram como: https://www.instagram.com/pedruugs/